jueves, 8 de febrero de 2007

"El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta"


Esta frase del gran Federico García Lorca y que he copiado del blog de una compañera, viene a resumir mi estado de ánimo esta mañana. Supongo que a estas alturas, no habrá pasado desapercibida la foto que encabeza esta reflexión. Se trata de un ordenador que está siendo utilizado como parrilla para cocinar. Ordenador, fuego, quemado..., todas estas palabras van hoy íntimamente ligadas a la frase de Lorca (en perfecta comunión dentro de mí). Esta entrada intelectual y espiritual (sin grandes pretensiones)tiene que ver con un hecho luctuoso que acaeció ayer por la tarde; perdón, no quiero equivocar a la gente, es un hecho que no apareció en los informativos. Ayer por la tarde, mi ordenador portátil "petó", quiero decir que se murió. De repente, sin síntomas, sólo con un gran pitido de despedida decidió no seguir trabajando y se "quemó" su disco duro. Yo me quedé anonadado, mi ordenador nunca se había portado así, nunca me había pitado de esa manera, ¡qué desconsiderado!; después de tanto tiempo a mi lado, me abandonó con un chillido como el que lanzan los gorrinos cuando les van a sacrificar.
No sé si llorar por la información perdida o darme cabezazos contra la pared por no tener una copia de seguridad; creo, dado que no voy a conseguir nada positivo, que voy a limitarme a giñarme en el desconsiderado ordenador por no tener en cuenta los lazos que nos han unido.
Doy gracias a Federico, gran poeta que no necesitó en su intensa vida un puñetero ordenador para crear tanta vida, por resumir con muchos años de antelación mi sentimiento actual. Mi esperanza está muerta, ya no volveré a revivir esas largas horas "metiendo mano" a las teclas de mi ordenador; ya no volveré a estresarme como cada vez que tenía que reiniciar el ordenador porque se quedaba "colgado"; ya no volveré a revivir la ansiedad del tiempo que esperaba para que se cargaran los programas, los documentos... (ni siquiera la espera que suponían los retrasos de las chicas cuando quedábamos en esas primeras citas se puede comparar).
Te odio querido ordenador portátil, me has dejado huérfano y lo único que recuerdo de ti es ese pitido, hiriente a mis oídos, que me decía: ¡ahí te quedas, mamón!

1 comentario:

bloc- era dijo...

Esto es lo que nos provocan las nuevas tecnologías, creemos que nos sirven para facilitarnos la vida, pero cuando el móvil, el portatil, PDA, MP3 y demás... nos faltan (o fallan ) nos provocan un estado de ansiedad ¿somos en cierto modo dependientes de estas nuevas tecnologías?