viernes, 1 de agosto de 2008

Por un buen viaje y un feliz regreso

Hola, es tarde o quizás pronto, como siempre les digo a mis hijos y cuando hablamos de si algo es bueno o malo, depende para quién. Para mí es tarde para acostarme y pronto para empezar a prepararme para el viaje que comienzo en unas horas. Me voy a Palestina o mejor dicho, a la Palestina ocupada; como siempre, una palabra es un matiz irreverente capaz de cambiar todo un contexto o contenido, cada uno que elija qué prefiere. Pero bueno, comencemos por el principio, que siempre es mejor para ir aclarando las cosas.

Esta entrada de hoy, que en principio no iba a existir, se la debo o se la debemos a una persona que quiero mucho y que al desearme un buen viaje, me ha escrito un sms en el que me animaba a escribir un post. Si he de ser sincero, al principio la idea no me ha hecho mucha gracia, sonaba a que me despidiera antes del viaje y esta vez, no se porqué... o quizás sí, no me apetecía despedirme; tampoco tenía muchas ganas y creía que tampoco tiempo para hacerlo, pero he ahí que estoy escribiendo a las dos menos veinte de la madrugada del día de mi viaje.

Pero bueno, agradezco la sugerencia y una foto en recuerdo de la lucha por sobrevivir a pesar de... todo el mundo. Como lo vemos todos los días, es absurdo insistir que en cualquier parte del mundo hay una lucha o varias luchas, de los débiles contra los poderosos, de la legalidad contra la ilegalidad o mejor habría que decir... de la moralidad contra la inmoralidad, de la justicia contra la injusticia, de todos contra todos. En fin, un beso para la persona que no ha tenido mejor ocurrencia que hacerme escribir a estas horas.

Me voy a Palestina, más en concreto a visitar los proyectos que la Asociación Europea de Cooperación con Palestina tiene en Cisjordania, en los campos de refugiados, en Bethelem, en Tulkarem, en Qalquilia, en Ramallah, en Nablus, en aquellos sitios a los que podamos llegar. Lo cierto es que es más fácil decir a dónde voy que decir porqué voy. Además y sin que se me tache de egocéntrico o egoísta, creo que es más honesto dejar las razones de mi viaje en la intimidad, en la complicidad... Creo que a las personas que me importan especialmente ya se lo he transmitido, creo que a las personas que les importo especialmente también se lo he contado. Lo demás puede ser boato, propaganda, autobombo...

Así que perdonadme si no me extiendo en los porqués, si no me extiendo en nada de lo que es, en estos momentos, una vivencia muy personal que me ha llevado a causar desasosiego, angustia, temor en las personas que más quiero. Esta inconsciencia consciente, esta cuerda locura, esta utópica realidad, me hace temer y desear, estar triste y ser feliz, ser más persona y menos leyenda.

Mi recuerdo en este momento para las personas que son mucho más que eso, para esas personas que son mi vida y que seguirán siendolo, que estarán esperando cuando vuelva para saber qué tal me ha ido, cómo me encuentro y sobre todo, tendrán unas ganas enormes de abrazarme, besarme, tocarme o quizás, se conformarán con solo verme.

Un "hasta luego" especial para mi padre y mi madre que me han dado la vida; desde luego para mis dos hermanas que me han acompañado en toda mi vida, así como para el resto de mi familia, de sangre o de vida; también para esa mujer con la que compartí tantos años de mi vida y con la que ahora comparto la vida que hemos transmitido a nuestros hijos; por supuesto, para la persona que me está dando la complicidad de la vida desde aquel 31 y que este día 2 va a vivir un día muy especial y que recordaré desde ese lugar común en el que estaré. Un "hasta luego" muy especial, para mis hijos (Ignacio y María Libertad), lo mejor que me ha pasado en mi vida y a los que quiero con toda mi alma y que tan pocas veces he sabido decírselo.

El mismo "hasta luego" para la persona especial que ha hecho posible que me lanzara a escribir hoy, sin su ánimo no hubiera sido posible que en estos momentos me sintiera tan feliz pensando en todos los motivos que tengo para sacar provecho de este viaje y volver para abrazaros. Por supuesto, a todos los compañeros y compañeras del viaje de la vida, comprometidos en las luchas por lo que creemos. A mis amigos y amigas, a mis compañeros y compañeras de trabajo, de partido; en fin, "un hasta luego" a toda la buena gente que la vida nos ha cruzado en su camino.

Que quede claro, esto es un hasta luego y el que piense otra cosa, está muy equivocado; ya podéis ir preparando vuestros oídos, vuestras neuronas (os queden las que os queden) porque a la vuelta vais a tener que aguantar todo lo que os tenga que contar. Claro que, dado que estamos en verano, puede ser en una terracita, en una sombra o donde nos plazca.

Por cierto, el 4 de junio escribí una entrada en la que incluía la canción "Te quiero", os ruego que volváis a oírla y a escuchar la letra; también os propongo que escuchéis la que voy a poner a continuación y aunque nos cuenta cosas de un país latinoamericano, es totalmente trasladable a muchas partes del mundo, también a Palestina. Quizás ahí encontréis las claves del porqué de este viaje (por lo menos, aquellos que me conocéis un poco). Un beso, os quiero.