martes, 6 de febrero de 2007

Soñar o descansar


Hoy me he levantado tarde, cansado, pero no he dormido mal. No sé si necesito más horas de sueño o soñar menos, mientras duermo.
Soñar está bien y es bonito, no el tener pesadillas. Me gusta soñar, pero a veces cansa mucho. He soñado, sueño y soñaré, lo sé y es cierto que no dejo lugar a la duda. Lo más llamativo es que sigo soñando cuando la realidad me recuerda que los sueños, que no pesadillas, casi nunca se cumplen.
Sí que es cierto que a veces, mis sueños se convierten en pesadillas; también es cierto que mis sueños, casi siempre, los tengo despierto y claro, así es más difícil que se realicen. Normalmente, las pesadillas te remueven y cuando estás dormido te despiertas sobresaltado, nervioso, alterado... En cambio, los sueños que tienes cuando estás dormido los disfrutas y no te despiertas, así nunca es posible vivirlos. ¡Qué curioso!, es más fácil recordar una pesadilla, cuando te despiertas, que un bonito sueño.
En la vida hay que intentar que los sueños se hagan realidad, aunque en muchas ocasiones no les damos la oportunidad de crecer una vez que nacen. Tenemos la mala costumbre de interrumpir la realidad del sueño en cuanto vemos que comienza a realizarse; yo me pregunto ¿por qué?, creo que es porque nos da pavor que acaben frustrándose. Somos cobardes y en cuanto empezamos a disfrutar de aquello que siempre hemos soñado, lo cercenamos. Preferimos destruir que esperar a que desaparezca; preferimos sufrir con la posible pérdida que disfrutar aunque haya posibilidades de que desaparezca.
Yo vuelvo a soñar y esta vez, no dejaré que el miedo ahogue a mi sueño recién nacido.

No hay comentarios: