miércoles, 31 de enero de 2007

Estoy hecho un interrogante o ¿soy un interrogante?



Por el título de esta entrada, parece que queda claro que soy un interrogante. No sé si es cierto o no, así que casi voy a decir que estoy hecho un lío y no un interrogante.
Poco a poco los más precavidos o inmediatamente los más avispados, se habrán dado cuenta de que soy una persona que parece que quiere decir muchas cosas, pero no dice nada. Eso no es cierto, lo que pasa que todo o casi todo lo digo entre lineas.
Espero que las personas que lean estas entradas del blog no busquen saciar curiosidades o profundizar en grandes ideas; simplemente es un blog de "idas y venidas" de cabeza. Escribo lo que me sale y casi siempre, no hay por dónde cogerlo; eso sí, siempre son palabras sinceras y que para mí, dicen muchas cosas.
No espero grandes comentarios, sí me gustaría ser leído y criticado, o quizás animado a seguir diciendo vaguedades.
Por cierto, soy una persona feliz y aunque ya tengo algunos años, sigo ilusionado y a la búsqueda de la vida.
Hasta pronto, amigas y amigos invisibles.

martes, 30 de enero de 2007

Portabilidad de lo imposible



Después de un fin de semana de descanso, incluido el lunes porque ha sido fiesta en Zaragoza, he vuelto de golpe a la cruda realidad.
Mi realidad, últimamente, está marcada por la ansiedad, la frustración, el frío, los contratiempos, etc.; claro que decir que esta es mi realidad, no es justo. Esta es la parte negativa de mi realidad; así que si no os importa, voy a realizar una portabilidad interna y voy a hablar de mi realidad positiva.
Mi realidad, últimamente, está marcada por la posibilidad de estar mucho más tiempo que antes con las personas que más quiero. Claro, no me estoy refiriendo a mis compañeros y compañeras de trabajo, porque con estas personas estoy la mayor parte del día y por lo tanto, no sería lógico creer que ellas son aquellas con las que he mejorado mi posibilidad temporal de relación.
Retomemos, quizás estoy intentado no decir lo que no quiero decir y por eso mis frases se envuelven en ellas mismas, hasta no saber lo que se quiere decir.
En realidad, no quiero hablar de mi realidad, sino hablar de mi portabilidad en la vida. Después de intentar a lo largo de seis meses que te hagan la portabilidad de una linea de teléfono y resultar imposible, no sé si en mi vida va a ser más fácil conseguir mi portabilidad.
En fin, perdonadme; hoy no voy a decir nada más, tengo que pensar en esto de la portabilidad y decidir si quiero contaros algo sobre mí y mi portabilidad. Sólo sé una cosa, últimamente soy muy portable.
Besos portables para todos.

viernes, 26 de enero de 2007

Hace un frío helador


Nos lo venían avisando y aquí está, ha llegado el frío helador. Mi cuerpo está frío, muy frío; mis manos, mis pies, mis orejas y mi corazón, mi corazón también. El frío de mi corazón no viene del clima, ¿o quizás sí?. Desde luego no viene del clima "metereológico", viene del clima personal, del clima social, del clima político, del clima humano.
A nivel personal, últimamente he vivido situaciones con los amigos, con la pareja, con la familia, que han helado mi corazón.
A nivel social, seguimos viendo largas colas de inmigrantes para conseguir un papel, vemos cómo se convive con la vilencia de género, vemos (los que bajamos a nivel de calle) a las personas excluídas sin esperanzas, vemos cómo el desánimo y sobre todo, la pérdida de la utopía alargan su sombra entre las personas que en otro tiempo aún creían en la lucha.
A nivel político, he dicho... ¿político?. Vamos a ver, vamos a dejarnos de que todo es política, que lo es, y que pasamos de la política, porque no es cierto; el ambiente político está crispado en el Estado español, más bien nos tienen crispados los políticos que representan a los grandes partidos del Estado español. Parece que cada semana, quincena o mes, se levantan preguntándose ¿hoy, qué toca?. Una temporada de corrupción urbanística, una larga temporada de terrorismo, otra temporada de... Como que ya vale; a la gente de la calle nos preocupa la salud, la educación, el acceso a la vivienda, la protección del medio ambiente... No voy a descender a la realidad de Aragón porque aunque suene mal, el futuro de mi poco poblado país les interesa poco a casi todos.
El clima humano, que es la suma de muchos climas, está helado y lo que es peor, cada vez hay menos personas que están dispuestas a acercarse o arrimarse al que tiene alrededor para darnos calor mútuamente.
Por favor, perdonad mi frío existencial, pero necesito una estufa y a ser posible, humana.

jueves, 25 de enero de 2007

El comienzo del recrear


Hoy me acaban de entregar la nómina de mes de enero, no sería nada destacable si no fuera por la ansiedad que me ha creado el comprobar cuánto ha subido lo que voy a cobrar en este nuevo año.
Creo que me conviene no entrar en este estado de ansiedad; al fin y al cabo soy un privilegiado, no puedo quejarme si tengo un trabajo que me gusta y además, cobro más de lo que la media "no oficial" cobra. Conviene aclarar lo me la media "no oficial" ya que según las estadísticas oficiales manejadas, y nunca mejor dicho, yo cobraría menos que el promedio zaragozano, aragonés, español, europeo, mundial (del norte).
Otro tema sería si habláramos de la igualdad de salario a igual puesto de trabajo; tema tan cacareado y aireado por los mundillos progres que me rodean. En mi círculo esto no se cumple y la verdad, me fastidia mucho. Me siento perjudicado, no solo porque cobro menos a igual puesto, si no porque mis "colegas" son de los que cacarean de tan sublime igualdad. Perjudicado pues, en lo económico y en lo moral.
En lo económico, el perjuicio es presente y futuro; en la actualidad cobro menos que mis iguales y en el futuro, mi cotización a la Seguridad Social me augura un colchón económico algo más incómodo que el de ellos.
Y yo me pregunto, ¿para qué narices me dan una nómina que en lugar de animarme me cabrea? ¿Por qué me quejo si soy un privilegiado entre los mortales? ¿Mis camaradas son iguales? ¿Acaso son mortales?
Voy a seguir cobrando, quiero decir trabajando, porque tengo que seguir pagando la casa, el coche y la medicación ansiolítica que tan poco éxito tiene cuando de hablar de dinero se trata.
Perdonad esta divagación, pero me siento afortunado en mi miseria.